Este año, en nuestra Comunidad de Sopot, la Fiesta de Nuestro Padre Fundador ha cobrado un matiz especial, ya que en ese mismo día nuestra hna. Rosario Irigoyen ha celebrado sus Bodas de Oro, (aunque el día exacto del aniversario es el 15 de noviembre).
Para la Eucaristía, y a continuación para la cena de fiesta, estaban presentes los Padres Carmelitas y los de San Vicente de Paúl de nuestra parroquia.
La ceremonia fue sencilla, muy sencilla y muy familiar. Por cierto, muy entrañable fue el momento de la renovación de los votos vivida con profunda emoción por nuestra Hermana, después de estos 50 años de entrega incondicional a la Iglesia en nuestra familia religiosa.
Seguimos agradeciendo al Señor el habernos regalado una Hermana tan alegre y entregada, que después de haber dado su juventud en Argentina, Brasil y Chile, no ha dudado en seguir mostrando su amor a la Iglesia en esta querida tierra de Juan Pablo II, tierra que precisamente durante estos días está celebrando sus 100 años de la recuperación de su Independencia.
Gracias, H. Rosario, por tu Sí generoso y por seguir adelante con entusiasmo, como nuestro P. Fundador y nuestra H. Teresa Mira, con tu antorcha encendida mostrando la belleza de la Iglesia.
La Comunidad de Sopot