«Señora, ¿qué puedo yo hacer para el bien de las almas? Yo me ofrezco en sacrificio al pie de la cruz para su salvación. Yo me obligo, yo me comprometo a poner por obra la misericordia de aquel modo y bajo la forma que me sea designada por las leyes de la caridad. Recibid, Señora, esta mi ofrenda; aceptad este ramo siempre verde; bendecid mis propósitos; alcanzadme las gracias y dones que necesito para conservar esta virtud en mi corazón.» (Mes de María. Bto. Francisco Palau)