María es para Francisco Palau “la Mujer” disponible al querer de Dios, “la Virgen Misionera” entregada al plan de Dios y que estimula al ser humano a vivir la vocación de consagración total a la Iglesia, Cristo y los prójimos.
Ella es su modelo y la figura más acabada y perfecta de disponibilidad al proyecto de Dios. La actitud de María es la de estar en camino.
Dice el evangelio: “La Virgen se puso en camino… (Lc 1,39).
María fue pura y total disponibilidad a su Señor, aún en los momentos más oscuros y difíciles de su vida fue una disponibilidad libre y voluntaria, una entrega generosa y agradecida a la voluntad de Dios.