“Este año tenemos Bodas de Oro” muchas veces hemos repetido esta frase en nuestra Comunidad y durante varios días lo hemos ido preparando con ilusión. Por fin llegó el día: el 50 aniversario de la profesión religiosa de nuestra Hermana Antonia Agulló. Ha sido el día 16, sábado, todo él dedicado al recuerdo y agradecimiento por el don de la vocación. Desde la mañana esta jornada fue marcada por el ambiente de fiesta familiar y fraterna, con la presencia de familiares de la Hermana Antonia y Hermanas de varias Comunidades.

La celebración de la Eucaristía, a las 17:00h ha tenido lugar en la hermosa capilla del colegio, concelebrada por el P. Miguel Hernansáiz ocd y los sacerdotes de la Parroquia Mn Ramón Font y Mn Milton Iván Gómez. Celebrar unas Bodas de Oro es ocasión de recordar y agradecer; también de renovar y reavivar y así lo hemos vivido en esta Eucaristía, llena de emoción para Hna. Antonia y todos los que le hemos acompañado: familiares, Hermanas de Comunidad y de otras Comunidades, amigos y varios profesores del Colegio Sagrat Cor. Es de agradecer en particular el grupo de profesoras que han animado la celebración con su música y canto.

Con la renovación de los votos Hna. Antonia reafirmó aquel sí generoso que pronunció en su juventud y que, con la fuerza del Espíritu, ha mantenido firme durante estos años dedicados al servicio de la Iglesia en diversos campos. Emotiva fue su acción de gracias y las palabras que le dedicó su hermana al final de la celebración. Todo un canto al amor y fidelidad, a la acción del Señor en nuestras vidas.

Como era de esperar, la eucaristía fue seguida de un piscolabis en que se desbordó la alegría y espíritu de familia tan característico de nuestra familia carmelitana-palautiana. Un día memorable para exclamar, con las mismas palabras de nuestra Madre María, “Engrandece mi alma al Señor…”

A nuestra hermana Antonia, y a todas las que este año celebran las Bodas de Oro nuestra cordial felicitación y el deseo de que sigan dando frutos de amor que manifiesten la alegría de una vida entregada al Amor.

La Comunidad de Amposta