En el Hospital Vall d ́Hebron de Barcelona, el día 28 de febrero de 2018, descansó en el Señor nuestra hermana GREGORIA ZALDUEGUI URIARTE. Pertenecía a la comunidad “Francisco Palau” de Aitona donde se celebró el funeral.
Hablar de la Hna. Gregaria Zalduegui es hablar de una persona muy querida y valorada en la Congregación y en todos los lugares donde ejerció su misión.
Nació en Zaldivar, Vizcaya, el 4 de enero de 1937. Respondiendo a la llamada el Señor ingresó en la congregación de las Carmelitas Misioneras Teresianas el 1 de mayo de 1963 en Amorebieta, Vizcaya. Hizo su profesión religiosa el 15 de mayo de 1965. Y en 1970 emitió sus votos perpetuos en Amorebieta.
Su primer destino fue a la Casa madre, Tarragona, donde estuvo durante años ejerciendo su misión en el colegio Ntra. Sra. del Carmen de Tarragona, siendo muy querida por todos sus alumnos. Destacó en su misión social colaborando en la ayuda a familias necesitadas teniendo su punto de encuentro en la Ermita de la salud de Tarragona.
Las que con ella convivimos en aquello años le recordamos con admiración y damos fe de su valía como persona, siendo muy asidua en el coro que formamos en nuestra capilla de la Casa madre y colaborando en otras parroquias de la ciudad.
En 1975 pasó a la comunidad de Amorebieta como superiora local y formó parte del Equipo provincial como consejera.
En 1982 fue nombrada formadora pasando a residir en la Residencia de Zaragoza.
En 1996 fue destinada a México donde estuvo al frente de la formación y desde donde se le recuerdan por su gran colaboración en la misión, coro parroquial, atención a las jóvenes y familias.
En el 2015 regresa a España y pasa a formar parte de la comunidad Padre Palau de Aitona. Aquí prosiguió su misión en todo aquello en que era requerida. Muy valiosa fue su colaboración en al II Jornada de la Familia Palautiana que tuvo lugar en Aitona.
La inesperada gravedad de H. Gregoria nos sorprendió a toda las Hermanas, pero Dios tiene marcada nuestra historia y la quiso junto a Él en el momento más inesperado. Sabemos que Dios todo lo tiene dispuesto para el bien de sus elegidos y ya goza de su presencia y amor infinito.
Compartimos las palabras que se pronunciaron en su funeral y que son un homenaje y reconocimiento para quien fue tan querida y apreciada por todos.
«Querida Gregoria: Felicidades porque ya estás experimentando la profecía de nuestro Padre Fundador, Francisco Palau a quien tanto querías y que hasta el último momento has seguido profundizando.
Felicidades, sí, has llegado a la plaza de la ciudad y estás contemplando no sólo a Dios sino a todos nuestros prójimos. Ya has comprendido en plenitud lo que significa amarás a Dios por ser él quien es bondad infinita, y a tus prójimos como a ti mismo. La Trinidad en persona, Padre, Hijo y Espíritu te han salido al encuentro y el Hijo, abrazándote te ha dicho, ven “gocémonos amada”.
Nos gustaría leerte la cantidad de testimonios que hemos recibido de las personas que, a lo largo de tu vida, hiciste tanto bien. Pero lo mas probable es que ya estés enterada.
En los cantos, seguro que estamos acompañadas, aunque desde la lejanía, de los cantores de México y también, aunque estos más cercanos, de los del coro de las Hermanitas.
Las hermanas de tu congregación y especialmente, las de tu comunidad, damos testimonio de que has pasado por la vida haciendo el bien. Seguro que estás viéndonos y comprobando cómo han querido darte este último “hasta pronto”, muchas hermanas y junto a nosotras, personas que han sido testigos de tu entrega incondicional.
Por todo esto y todo lo que queda en nuestro corazón ¡Gracias Gregoria!»