UNA VIDA ENTREGADA AL SERVICIO DE LA IGLESIA DESDE EL AMOR
Hace pocos días que nos despedíamos de nuestra Hermana Magdalena Pérez Martínez, y a Dios dábamos gracias por su larga vida y su entrega generosa.
Nació en Teruel, en una familia de raigambre y vivencia de la fe. Hija de Basilio y María, formó parte de una familia numerosa, siete hermanos, cuatro chicas y tres chicos, siendo ella la mayor y la que cuidó con esmero y cariño a sus hermanos y padres.
Sintió la llamada del Señor e ingresó en nuestra Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas a sus 26 años. En 1958 se consagraba al Señor en nuestra Casa Madre, Tarragona
Reconocemos con gratitud que ha sido un regalo inmenso para cuantos la hemos conocido y querido. Su recuerdo, su presencia llena de sencillez perdura en nosotros y nos es fácil recordarla acogiendo y ayudando a los demás.
Hna. Magdalena ha sido testimonio del amor de Dios y entrega afectuosa y desinteresada en las diferente Comunidades en las que ha vivido. Se ha entregado a la misión sanitaria en Alicante y a la atención educativa y formativa de niños y niñas de diferentes Colegios, mostrando siempre su cariño, afecto y dedicación especial a los más pequeños.
Su última misión la ha realizado en la Comunidad y en nuestro Colegio de Amposta desde el año 1984. Muchas generaciones de padres y alumnos han sentido su cercanía y disponibilidad. Aquí es donde ha llevado últimamente sus limitaciones y su enfermedad.
Debemos valorar también su testimonio de amor y entrega afectuosa y desinteresada a su familia, Comunidad, Congregación, amigos…
Entregó su vida a Dios, después de una larga enfermedad, en la comunidad “Sagrat Cor” de Amposta el 14 de mayo del 2022.
Hoy una vez más le decimos a nuestra hermana Magdalena:
Hermana, sabemos que has cumplido fielmente la voluntad de Dios en tu vida Su gracia no ha sido estéril en ti, Su presencia siempre te ha acompañado.
Tu dilatada vida ha sido un regalo inmenso para cuantos te hemos conocido y querido.
Gracias Hna. Magdalena por tu ejemplo de sencillez, de cercanía, de aceptación de la enfermedad, de entrega al servicio de la Iglesia a lo largo de toda tu vida.
Descansa en PAZ en la presencia del Señor que te llamó y te acoge en su misericordia.
Tu Comunidad