En el año 1950 ingresó en la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas e hizo su primera profesión religiosa en el año 1952. Ha vivido en ella emitiendo los votos perpetuos, celebrando sus Bodas de Plata y de oro a su debido tiempo hasta que el Señor el día 11 de diciembre se la llevo a vivir con El eternamente.
Se ha dedicado, recién profesa, al servicio del cuerpo dolorido de Cristo, en los enfermos, en la clínica de Gerona, seguidamente en las de Madrid, Amposta y Alicante.
Ha servido a la Congregación en cargos de confianza, varios trienios, como animadora local en 10 comunidades, como encargada de postulantes, secretaria y consejera provincial y general. Ayudó y acompañó a la entonces Animadora General Isabel Pérez Castiella, al traslado de la casa generalicia de Tarragona a Roma. Fundadora en Paraguay y más tarde en Vancouver. En la Delegación de Chile como animadora local, secretaria, consejera y secretaria.
Ha amado a la Congregación y a todo su patrimonio, vivido la adoración a la Eucaristía y el amor a la Virgen en su Inmaculada Concepción tan fundamental en la vida cristiana, iniciado desde su infancia en su pueblo natal entonces, añadiendo el amor a su Patrón San Roque.
En los últimos días de su vida, el Señor la visitó con varias enfermedades, muchas limitaciones y conoció el próximo encuentro con su Padre Dios.
Con frecuencia se dirigía a un crucifijo que tenía en su habitación rezando con devoción y recitando con todo fervor una poesía agradeciendo al Señor la redención a los hombres y pidiendo su ayuda en los últimos momentos de su vida, para encontrarse con El.
Hna. Pilar: Tu que ya gozas de Dios y de esa Madre a la que tanto has querido, acuérdate de tu familia en la que has vivido y amado, de la Iglesia, que tanto te ha dado y de la Congregación, para que siempre le alabe, le dé gracias y Le sirva en los hermanos, haciendo realidad el carisma de nuestro Padre Fundador.
La Comunidad