La Hna. María Ángeles Rodríguez Mateos, pasó a la casa del Padre el día 4 de noviembre de 2015 en Tarragona, dejándonos un testimonio de amor a María, de entrega y disponibilidad.

Breve recorrido por su historia

En sus muchos años de vida se destacó por su amor a la Iglesia y su gran Caridad hacia todos.

Desempeñó diferentes servicios de gobierno en la Congregación, destacándose por su buen hacer. Dios le había dotado de grandes cualidades que supo poner a disposición de la Congregación y de la Iglesia. El amor a la Iglesia y a los necesitados con quien solía compartir, especialmente con los enfermos, pues en esta pastoral se desenvolvió casi toda su vida, trabajando en clínicas, hospitales, especialmente en Vall d´Hbron testigo de esta realidad fueron las visitas que recibió del personal de dicho centro sanitario; también a nivel congregacional y en diferentes diócesis. Siempre que podía orientaba y se ofrecía a cualquier servicio, costara lo que costara, descubriendo en todo el rostro de Cristo. A nivel de vida Consagrada participo activamente durante varios años en CONFER Nacional y el la URC de Cataluña.

Fuerte fue su llamada a vivir en fraternidad como cmt., le llevó a desarrollar unas relaciones sencillas y abiertas hacia quien pudiera necesitar de su persona tanto de dentro como de fuera del Instituto. El compartir lo hacía de forma cercana que era un dar abierto como expresión del carisma personal recibido como regalo de Dios y potenciado durante sus muchos años.  Desde él supo vivir y potenciar la comunión como don natural y expresión del carisma de nuestro fundador.

En los últimos días, muy consciente de que le había llegado la hora, solía repetir:

  • Que largo se hace esto…
  • Que larga es la espera, será hermoso el encuentro que ni siquiera S. Pablo supo definir  y remitiéndose a la escritura escribe en 1 Co 2,9: “anunciamos: lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó ni el corazón…, lo que Dios preparó para los que le aman”.
  • Recordaba a H. Modesta que decía: “ recemos ahora que cuando somos mayores cuesta más”
  • Señor que no me aparte de tu voluntad.

Hasta el mismo día por la tarde, estuvo animosa, No estoy mal, es mi cuerpo que no me quiere acompañar. Como vivió supo morir entregada y muy querida. De hecho, al funeral acudieron muchas hermanas de diferentes comunidades así como la familia.

Descanse en paz y que interceda por nosotras.