Existe una víctima, porque hay un tratante detrás.

Los tratantes pueden ser personas que actúan individualmente, en grupos informales o como miembros de redes criminales organizadas.  

No hay un perfil estándar de los victimarios de la Trata de Personas.

Puede ser desde un familiar de la víctima, hasta un completo desconocido. La figura del tratante puede tener distintos roles en el proceso de trata, el que recluta a la víctima, la persona que negocia, la que la transporta, quien la recibe y quien la explota, entre otros.

El hilo común es la voluntad y la intención de explotar a otro ser humano para obtener un beneficio, bien económico, bien en especie, a costa de su explotación. Los tratantes y sus víctimas a menudo provienen del mismo lugar, hablan el mismo idioma o tienen el mismo origen étnico. Tales elementos comunes ayudan a los tratantes a generar confianza para llevar a cabo el delito.

En muchas ocasiones coincide la nacionalidad de la víctima con la de su victimario, aunque los tratantes de origen extranjero suelen actuar muchas veces en coordinación con personas españolas para lograr sus objetivos.

Muchas redes criminales organizadas pueden llevar a cabo varios tipos de delitos internacionales, simultáneamente: Trata, Tráfico de drogas, Tráfico de vehículos robados, etc. Es importante tener en cuenta la interconexión entre redes de trata y redes de tráfico ilícito de inmigrantes, en los casos de trata internacional, ya que las redes de trata utilizan las redes de tráfico ilícito de inmigrantes para lograr introducir a las víctimas en aquellos países en los que las quieren someter a explotación.

Los casos judiciales y otros datos cualitativos indican que las mujeres a menudo se pueden convertir en reclutadoras, controladoras y explotadoras de otras mujeres.

El profeta Amós nos ayuda en nuestra reflexión:

Pues yo sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros pecados:

oprimís al justo, aceptáis soborno y rechazáis a los pobres en la puerta. (Amós 5,12)

Así dice el Señor:

«Los delitos de Israel han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Venden al justo por monedas,
    y al necesitado, por un par de sandalias.
Pisotean la cabeza de los desvalidos
    como si fuera el polvo de la tierra,
    y pervierten el camino de los pobres.
Padre e hijo se acuestan con la misma mujer,
    profanando así mi santo nombre. (Amós 2,6-7)

Pidamos a Dios luz y fuerza para no caer en ninguna forma de opresión sobre nuestros hermanos/as.

  • Oremos para que los gobernantes luchen por promover unas leyes que defiendan realmente a las víctimas.
  • Oremos por la liberación de quienes están privados de su libertad, oprimidos, explotados y vejados en su dignidad.
  • Oremos intensamente para que Dios nos ayude a salir de nuestro pequeño círculo de seguridad, comodidad y confort y nos entreguemos realmente a la “obra de Dios”, a la liberación de sus hijos.

SIGAMOS EL CAMINO DE LA VERDADERA FELICIDAD

1 Dichosos los que van por caminos perfectos,
    los que andan conforme a la ley del Señor.
Dichosos los que guardan sus estatutos
    y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
    sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
    para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
    para cumplir tus decretos!
No tendré que pasar vergüenzas
    cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con integridad de corazón,
    cuando aprenda tus justos juicios.
Tus decretos cumpliré;
    no me abandones del todo.

¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
    Viviendo conforme a tu palabra.
10 Yo te busco con todo el corazón;
    no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
11 En mi corazón atesoro tus dichos
    para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, Señor!
    ¡Enséñame tus decretos!
13 Con mis labios he proclamado
    todos los juicios que has emitido.
14 Me regocijo en el camino de tus estatutos
    más que en todas las riquezas.
15 En tus preceptos medito,
    y pongo mis ojos en tus sendas.
16 En tus decretos hallo mi deleite,
    y jamás olvidaré tu palabra.