Para la familia palautiana es indispensable acudir a María para descubrir a la Iglesia, objeto último del amor del cristiano.
El P. Palau presenta a María como, «camino» para descubrir y amar a la Iglesia; y ésa es la gran verdad que ha de ser predicada al mundo, el fundamento de la misión.
Lo original está en su visión personal de la devoción mariana, que es devoción y amor a la Iglesia.