PERSEVERANCIA EN LA MISIÓN

DAMOS HOY EL SEGUNDO PASO

En este segundo día de la preparación a la solemne memoria de la Virgen del Escapulario, damos otro paso más.

Nos ponemos a su sombra para descansar y renovarnos en las aguas del Espíritu Santo. Te invito a buscar tu rincón y regalarte un tiempo a solas con Él y con Ella.

  • Canción: A la Virgen del Carmen – Jimena Muñoz

Para celebrar tu día 
se abrirán todas las flores 
y entonarán los cantores 
un concierto de alegría. (bis) 

Virgen del Carmen qué linda eres, 
échame Madre la bendición. (bis) 

Al mirar tus ojos mansos 
nos sentimos comprendidos 
y todo el que está perdido 
encuentra en ti su descanso. 

Tus brazos están abiertos 
esperando con paciencia 
hasta que tus hijos vuelvan 
a cobijarse en tu pecho 

Levanta Madre al caído 
salva al enfermo y al niño, 
y derrama tu cariño 
sobre este suelo querido.

Escucha y deja resonar en tu corazón la letra de la canción.

  • Evangelio del día: Mateo 10, 16-23

Jesús avisa: la misión no va a ser fácil. Su persona y su mensaje dividen amigos y familias. Despierta odio, rechazo. Toca perseverar y dar testimonio, conjugando sagacidad y sencillez; permanecer íntegro y confiar que el Espíritu del Padre hable a través nuestro cuando sea necesario. Perseverar en la misión, no necesariamente en el mismo entorno. Sobran lugares donde llevar la buena nueva del Reino. 

  • Petición:

Pedimos hoy por los perseguidos por Jesucristo, por la fe. Pedimos perseverancia e integridad, sencillez y sagacidad para realizar la misión: proclamación de la Buena Nueva.

  • Acción:

Revisa tu integridad en las situaciones de tensión: para contigo, para con tus amigos, para con el Señor. La sencillez, la astucia y la perseverancia en lo esencial, en el día a día de lo que tienes encomendado. ¿Cómo puedes mejorar?

  • Frase palautiana:

Al pie de la cruz está la Virgen del Carmen… y esta es la patrona que preside nuestra misión.

Si quieres, vuelve a escuchar la canción.

Oración final: 

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desatiendas nuestras súplicas en las necesidades, mas líbranos del mal. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Que seamos como tú, María, testigos de Jesús en la misión, compañeros fieles de nuestros hermanos. Tú, discípula fiel, preside nuestra misión.

Que María te acompañe hoy en el camino.