SALIDA
DAMOS EL NOVENO PASO
El tiempo apremia. Última oportunidad para ambientar un poquito el alma para nuestra gran fiesta del Carmen. Unas pinceladas a partir del evangelio del día y un canto. Te invito a seguir con la petición y el gesto concreto que se nos propone para el día de hoy. La frase palautiana viene de regalo.
Virgen, Reina, Madre y Hermana… Hoy nos está esperando a la puerta, ¿listo para esta salida misionera?
Si sientes la necesidad de más descanso en Dios, si tienes más sed, te invitamos a orar con la reflexión preparada por la pastoral de la provincia Virgen de Guadalupe y publicada hoy en su página web.
- Canción: Madre del Carmelo
Tú serás para mí oh gran Señora
Madre de la humildad, Madre del amor,
yo seré para ti en el Carmelo hijo de la humildad
y hermano en el amor.
Eres Madre de nuestra fe en el silencio y la oración,
hermana nuestra en el Carmelo, don de Dios, esposa fiel.
Tú me enseñas a vivir la Palabra del Señor.
Me revelas la sencillez mujer pobre de Nazareth,
tú compartes con el débil con el triste y el enfermo.
Acompaña el caminar del que a ti te invocará.
Te confiamos nuestra inquietud de servir hasta la cruz,
vive en medio de nosotros, hermosura del Carmelo.
No podemos avanzar, si en silencio tú no vas.
Escucha y deja resonar en tu corazón la letra de la canción.
- Evangelio del día: Mateo 12,1-8
Ir más allá de la letra de la ley de Dios. Misericordia y no sacrificios, ofrenda libre de amor, de un corazón compasivo. Elegir lo que trae vida en plenitud para nuestros hermanos.
- Petición:
Pedimos hoy por los hermanos perseguidos.
- Acción:
Interésate por un voluntariado que puedes realizar, dedicando tu tiempo al necesitado. Sal hacia tus hermanos que pueden necesitar algo de ti.
- Frase palautiana:
Yo soy Virgen y Madre, y bajo el título del Carmen emprenderás la batalla…
Si quieres, vuelve a escuchar la canción.
- Oración final:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desatiendas nuestras súplicas en las necesidades, mas líbranos siempre de todo peligro. Oh, ¡Virgen gloriosa y bendita!
Madre de la Iglesia, patrona nuestra, enséñanos a salir de nosotros mismos, a vivir como tu Hijo, Jesús.
Que María te acompañe hoy en el camino.