Día primero
𝗣𝗼𝗿 𝗠𝗮𝗿í𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗲𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝘀𝗮 𝗮𝗺𝗮𝗱𝗮, 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗜𝗴𝗹𝗲𝘀𝗶𝗮.
Francisco Palau está insatisfecho con su devoción a María. Hasta el momento que descubre que esta no es solo Madre de Dios y Madre suya, sino también el camino para contemplar y servir a la Iglesia, a cada hermano. Es por Ella como llegamos a amarla.
En este primer día de la novena quiero pedirte Madre que me ayudes a amar con pasión a cada hermano, contemplando y sirviendo especialmente a los más débiles, el Cuerpo llagado.