Día segundo
𝗕𝗮𝗷𝗼 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝗱𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗩𝗶𝗿𝗴𝗲𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝘀𝗼𝗹𝗮 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮.
Somos familia, y la Virgen del Carmen es nuestra Madre y Hermana. Nos invita hoy a considerar esos dos aspectos: de fraternidad y maternidad. A ella, la primera entre los hermanos, la recordamos en el Cenáculo liderando y acompañando la plegaria de la Iglesia naciente. Y como buena madre está siempre atenta a las necesidades de esta familia que es la Iglesia. Querida Madre, enséñame a derribar los muros que me separan de mis hermanos, acompáñame en el arte de relacionarme sin prejuicios ni etiquetas, que pueda aceptar al otro con su diferencia porque somos familia, somos un cuerpo, somos Iglesia.