ALIMENTANDO LA ESPERANZA

Hoy, Sábado Santo, día en que la Palabra se hizo silencio… me dejo acompañar por María, mi madre, mi hermana, mi amiga… la miro y le hablo con la confianza absoluta de que ella elevará mi plegaria al

Padre, en su Hijo y por la gracia del Espíritu Santo…

María, han pasado 40 días, 40 meses, o quizás 40 años y algo más … y seguimos sumergidos en el sufrimiento y el dolor… la humanidad gime por la vida, por el pan, por la paz y la justicia, y nada nuevo acontece … ¿acaso es el paso de la muerte a la vida?

¿acaso es el sábado santo de la humanidad? ¿qué es un minuto, un día, mil años en el tiempo de Dios?

¿cuándo llegará? Y mientras tanto, aguardamos expectantes la plenitud de la luz…

A la sombra de tu manto, María, alimentamos la esperanza y aprendemos a guardar en nuestro corazón cada acontecimiento que evidencia el insondable misterio de Dios .. . desbordante … y que supera todo entender.. .

A la sombra de tu manto, madre, experimentamos la gracia de la misericordia que brota del costado de tu hijo, crucificado y malherido por amor a sus criaturas, por ti… por mí… y esa experiencia

nos sostiene, nos consuela y nos dignifica tanto…

A la sombra de tu manto elevamos la mirada y percibimos el soplo de la vida que se eleva  sobre toda ruindad y se abre paso por senderos

insospe chados de silencio y quietud …

A la sombra de tu manto entretejemos el día a día del Reino, con hilos virtuosos y defectuosos,

con ausencias y presencias, con lisiados, mudos , ciegos y tullidos que gozosos ofrecen eso poco o casi nada.. .

pero tan valioso.. . tan auténtico.. .

A la sombra de tu manto despunta la aurora .. . ha llegado el día. . . Gracias, María .. .

MYRNA TORBAY

Fuente: Rev. ORAR