Hace unas semanas llegaba a los superiores mayores de los institutos en España una propuesta desde la CONFER: enviar los datos de los religiosos fallecidos a causa de la pandemia para realizar un acto a nivel de todo el país. El día indicado para conmemorar es la fiesta de los Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, día 29 de septiembre. Ellos – leemos en la página web de la CONFER – como enviados de lo alto y servidores del Altísimo, han recogido el alma de nuestros hermanos/as fallecidos por el coronavirus y se las han presentado al Padre bueno como ofrenda de la tarde de la vida. Es más; ellos han sido fieles hasta el final de sus días. Y en esa fidelidad que hoy preocupa tanto a nuestra Iglesia (fiel reflejo es el último documento de la CIVCSVA), nuestros hermanos/as han sabido crear esa lazo de fidelidad total, hasta el fin de sus días, con el Señor que les llamó a su servicio. Por eso, en medio del dolor de su pérdida, nos sentimos agradecidos de su testimonio, ¡hasta el final!
A partir de ello, invitan a todas las comunidades, en su oración de la mañana, su Eucaristía comunitaria y en la oración de la tarde, a tener un recuerdo por todos los fallecidos a causa del covid-19, nombrándolos en un momento de su oración, con la hoja llena de nombres puesta encima del altar. Para darle gracias a Dios: por su testimonio, su fidelidad, su constancia en la adversidad y su decisión de seguir la llamada de Dios hasta el fin de sus días. Además, se invita a compartir el momento con una foto o unas palabras sobre cómo ha sido la oración.
Este puede ser nuestro pequeño homenaje a nuestros hermanos y hermanas que se fueron, pero siguen muy presentes con su recuerdo y su vivencia de la fe y del carisma.
Nosotras, queremos abrir el horizonte de esta plegaria por los fallecidos por covid.. Os invitamos a orar – no solo por la hermana María Córdoba Martínez, fallecida en la comunidad de Novelda a causa del coronavirus – sino por todas las hermanas, amigos y familiares que fallecieron en este tiempo y a los que no pudimos despedir como acostumbramos.
Así, recordamos entre las hermanas que se marcharon a la casa del Padre en este tiempo de confinamientos más o menos rigurosos también a estas:
María Colomer Pastor
Teresa Aragonés Mariné
Diodora Carro Izquierdo
María Teresa Pérez Ortega
María Concepción Ubierna González
Rosario Julia Soldevilla González
María Ángeles Eguíluz Garayo
Josefina Galán Fernández
Que los Ángeles los lleven al paraíso y que consuelen a los que siguen apenados por su partida.
A ellas y a todos los que conocimos y se fueron. Descansen en el Amado.