Hoy vamos a dar el segundo paso en nuestra preparación a la fiesta del beato Francisco Palau. Vamos a mirarnos a nosotros. A descubrirnos cada uno como maravilla, como miniatura y como parte de la creación. Y también, ver nuestra relación con nosotros mismos y con el otro, con los hermanos.

Francisco habla del hombre como el microcosmos, el reflejo del mundo del que hablamos ayer. Y es un microcosmos que se siente uno con la realidad creada, parte de ella, que descubre el valor de su existir y también de toda la creación; su dignidad, del ser creado por amor.

El más secreto de los escritos palautianos, Mis relaciones con la Iglesia nos presenta la unidad Creador, Creación, Criaturas como “un solo cuerpo místico”. Francisco percibe la unidad con toda la creación, la vive. Es consciente de la profunda unión. En su visión apasionada, Cristo y la humanidad se contemplan en unidad, en relación al universo y a la felicidad del ser humano, fin para el que ha sido creado. Y la persona es contemplada como un microcosmos.

Toda la creación, todo está interconectado, somos uno, dependemos los unos de los otros  en esta vida y en la vida plena, yo microcosmos, imagen de la Iglesia, cuerpo de Cristo e igualmente lo es el otro; y también toda la creación. ¿Qué es lo que nos une?

Mira a tu alrededor y descubre a otros, ellos también son dignos y valiosos… Toda creatura lo es. La Biblia enseña que cada ser humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios. Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que «no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse, de darse libremente y entrar en comunión con otras personas».

Y más. El papa dice: “…cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión universal, nada ni nadie está excluido de esa fraternidad”. ¡Nada ni nadie está excluido de esa fraternidad!

Párate a pensar en el universo, siéntete parte de la creación. Experimenta esta comunión universal: contigo mismo, con todo lo creado, con Dios. Siéntete bendecido, amado, soñado.  Y ponte en marcha, para que con tus acciones esta unión se haga más real, que tu entorno progrese hacia mayor plenitud, más comunión, más integridad, más paz, justicia y cuidado de la creación.

Si quieres profundizar un poco más sobre estos contenidos, sobre la persona y la actualidad del mensaje palautiano, entra en nuestra página web europa.cmtpalau.org y lee la publicación preparada para hoy.

“El hombre es el universo en compendio” (lámina 21,5)

“… que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás” (n. 70). “Todo está conectado…” (LS, n. 240).

DIA 2º.- Relaciones de fraternidad