Nuestra hermana nació en la localidad de Cisur-Mayor, Navarra, el 6 de enero de 1927. Fue bautizada y confirmada en su parroquia de San Andrés Apóstol de Cisur.

Ingresó en la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas a los 26 años,  en Amorebieta pero el noviciado y la primera profesión la hizo en la Casa Madre de Tarragona.

Pronto empezaría su vida misionera. Su primer destino, tras la profesión, sería la Casa General, Italia, donde estudio y recibió la formación necesaria para   desarrollar su misión apostólica.

Hna. Carmen tuvo una vida misionera intensa con una disposición permanente a lo que la obediencia le indicara, tanto en la rama de enfermería como de administración. Así en Roma, clínica Marco Polo, estuvo durante 10 años llevando la administración de la clínica. En 1970 fue enviada a América Latina. Primero Argentina, desempeñando servicio de enfermería, animadora local en diferentes  comunidades, servicio a la provincia como Consejera Provincial, etc. Más tarde fue enviada  a Chile, Santiago,  dedicada a una misión sociosanitaria.  Desplegando su servicio misionero con entrega total, tanto en el servicio a las Hermanas como en la misión apostólica, sin reservarse para sí.

De vuelta a España en 1988 quedo  en la Casa Provincial, allí fue animadora de la Comunidad durante tres trienios, siempre dispuesta a servir a la comunidad.  Tuvo otros destinos como Callosa de Segura y Crevillente como  administradora del colegio. Finalmente llegó a Palencia a los 84 años, y no han sido de retiro. Ha servido la comunidad en todo lo que ha podido y sabido. Haciendo recados para la casa, atendiendo la portería, dedicándose a la costura si lo necesitaba la comunidad o cualquier Hermana, hasta que su  vida se ha ido apagando.

¿Qué podemos decir de Carmen? Que ha sido una mujer creyente y consecuente con su fe, religiosa, consciente de su autoformación, siempre con un libro en la mano, o una revista: Eclesia, Vida Nueva, Vida Religiosa, etc. Poco habladora pero sí con una ironía propia de ella que la singularizaba. Disponibilidad al servicio de los demás. Si se le puede dar un nombre es el de “servicialidad”. Creo que no innata sino trabajada. Siempre dispuesta a ayudar a servir.

El día 2 de agosto del 2021 despedíamos a nuestra H. Carmen en la comunidad de Palencia guardando un grato recuerdo de su vida en esta comunidad, recuerdo compartido con agradecimiento en las comunidades en las que han compartido su presencia y su vida.

Gracias H. Carmen por cuanto has hecho por los demás, por la Iglesia sufriente y necesitada, por la Congregación.  Dios, buen pagador, en palabras de Sta. Teresa, será tu mejor paga. Ya estarás gozando de El en compañía de los santos.