Respondiendo a la llamada del Señor, hizo su Primera Profesión, en esta familia religiosa de Carmelitas Misioneras Teresianas el 15 de mayo de 1957 en Tarragona.
Durante su juventud como Carmelita Misionera Teresiana realizó la misión encomendada en distintos lugares, sobre todo en clínicas, donde trabajó como enfermera. En la comunidad de Valls vivió siete años, estando los últimos ocho meses en la Residencia, en la que le costó asumir su situación de cambio de la comunidad a la Residencia por precisar más ayuda. Seguro que ese sufrimiento habrá sido purificador y goce ahora en el AMOR y felicidad sin fin,
Aunque es cierto que la hermana era mayor y estaba limitada de salud, nos sorprendió su partida a la casa del Padre, casi sin darnos cuenta y sin hacer ruido la Hna. Rosa María partió a la morada que el Señor le tenía preparada.
Confiamos sea una intercesora más por la Congregación, Hermanas que la quisimos y que todavía vamos de camino.
Damos gracias a Dios y a cuantas personas la han acompañado y cuidado con esmero y cariño.
Hna. Rosa M. Descansa en PAZ