En la localidad de Valls (Tarragona), Comunidad “Santa Teresa”, el día 25 de junio 2016, falleció con la muerte de los justos nuestra amada Hermana FELISA MANUELA SESÉ.

Breve recorrido por su historia

  1. Felisa nació el 28 de mayo de 1927 en Sangarrén (Huesca), de padres cristianos que por medio del sacramento del bautismo, la iniciaron a la Vida Cristiana en la Parroquia de su pueblo.

En el año 1950 ingresó en nuestra Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas. Profesó en el año 1951 y confirmó su deseo de entrega fiel al Señor con la Profesión Perpetua el año 1956, en la Casa Madre de Tarragona.

“Cantaré eternamente las misericordias del Señor”. Así podemos reflejar y sintetizar la vida de H. Felisa. Una vida de amor y entrega al servicio de los enfermos; siempre cercana para ayudar a los más necesitados, servicial con las

hermanas y excelente colaboradora con los estudiantes de medicina y con los médicos que en el Hospital del Valle Hebrón (Barcelona), iniciaban sus primeros pasos para ejercer tan noble misión.

H Felisa supo ser acogedora y vivir atenta al Cristo llagado de cada tiempo, enfermos tantas veces solos con su soledad, y doloridos por su enfermedad.

Ella supo comprender muy bien las limitaciones de los demás, porque experimento en su carne, durante muchos años, el verse privada de la visión.

Estuvo un tiempo destinada en Zaragoza y después en Reus, donde seguía ayudando en lo que podía, hasta que la enfermedad fue limitando sus fuerzas. Ya muy delicada de salud, fue destinada a esta Comunidad y Residencia de Valls.

Nuestra sincera gratitud a su familia y a todas las personas que la han atendido y ayudado con tanto esmero durante este corto espacio de tiempo. H. Felisa, todos hemos querido regalarte lo mejor, como tenías bien merecido.

Tú, que supiste partir y repartir con los demás todas las gracias que Dios te concedió, hoy te pedimos que sigas intercediendo por tu familia a la que tanto amabas, y por tu Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas, y  por toda la Iglesia. Sabemos que eres feliz porque permaneciste fiel al Amor de Dios, manifestado en Jesús. ¡Goza en plenitud de Su Amor eterno!