«Señora: Pongo mi mayorana en vuestras manos. Yo me comprometo a obedecer humilde, dócil, con amor,
voluntariamente, sin murmuración ni quejas, con prontitud y fidelidad a Dios y a cuantos representan su autoridad.
Jardinera mía, a vuestra habilidad y a vuestra maternal solicitud fío mi mayorana: cuidadla bien.» (Mes de María. Bto. Francisco Palau)
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