La segunda jornada de trabajo. Como os podéis imaginar, ese se va desarrollando en grupos de discernimiento. Para la sorpresa de algunas, y como explicó ayer la Hermana General, para una experiencia interior de la vuelta a los inicios, esta vez los grupos han recibido los nombres de los lugares significativos en la historia primitiva de la familia palautiana. Estos días nos recuerdan: Aitona, Vallcarca, Vedrá, Tarragona, Ciudadela, San Honorato…
La reflexión personal y la posterior escucha de las aportaciones para dejar surgir un constructo colectivo, el objetivo que se está persiguiendo. Así se van intercalando los tiempos de exposición de lo reflexionado en grupos a la asamblea en su totalidad, las aclaraciones, la respuesta a las preguntas hechas a partir del informe presentado el día de ayer por la Animadora Provincial, con la reflexión partiendo de las aportaciones enviadas por las comunidades en sus trabajos anteriores al Capítulo.
Se han presentado también dos nuevos informes: uno desde la secretaría provincial y otro desde la vida de la Delegación.
Todo ello, para ir conociendo la realidad y discerniendo a partir de la misma el por dónde nos quiere llevar el Espíritu. El otro y sus necesidades, la vida apasionada de los que viven entregados, centrados en la misión, movilizan. Ponen en marcha. Como decía el padre Palau, crece el deseo de gritar: “Iré donde la gloria de Dios me llame”. Y adherirse desde un compromiso personal.
El tiempo va volando, la intensidad y profundidad de la reflexión demuestran la seriedad del compromiso de cada una de las participantes. Ahora, a esperar hasta el día de mañana la exposición de los aportes por los grupos
Ah, por cierto. Como es de costumbre, parece ser, se han establecido desde principio equipos “de apoyo”; comisiones: de recreación, de redacción, de lectura de actas, de liturgia, de comunicación y voluntarias para mantenimiento de sala. Mañana os detallamos los miembros de cada «equipo» y de las Comunidades de discernimiento.
Esperamos que te gusten estas noticias y la ilustración gráfica que les acompaña.
Y gracias mil por todos los saludos enviados, muestra de cariño y la presencia orante.