Las Carmelitas Misioneras Teresianas, celebramos el 79º Aniversario de la Muerte de nuestra hna. Teresa Mira García. Murió en olor de santidad, el 26 de febrero de 1941, cuyos restos reposan en la Capilla del Colegio «Santa María Magdalena» de Novelda (Alicante).
El 17 de diciembre de 1996, el Papa San Juan Pablo II, con su firma promulgó el Decreto, oficialmente Teresa Mira García, Carmelita Misionera Teresiana es: Venerable.
Perfil biográfico de Hna. Teresa Mira, cmt
Teresa Mira nace en Algueña (Alicante) el 26 de septiembre de 1895, de una familia numerosa y humilde.
En 1912 la familia se traslada a Novelda y allí conoce a las Carmelitas Misioneras Teresianas, en las que ingresa tres años más tarde, el 5 de abril, de 1915. Comenzó el noviciado en Tarragona, donde profesó el 13 de octubre de 1916. Y aquí, en la Casa Madre, permaneció hasta 1918, año en que fue destinada a Alcalá de Chivert (Castellón).
En Alcalá fue la encargada de los párvulos. Entre ellos se encontraba francamente feliz. Aquí hizo sus votos perpetuos el 19 de octubre de 1921 en la capilla del colegio.
Tres años más tarde fue trasladada a San Jorge (Castellón) donde permaneció doce años. En San Jorge se ocupó también de los párvulos, aunque su apostolado y servicio alcanzó a un sinfín de personas.
La Guerra Civil española de 1936 la sorprende en el colegio de San Jorge. Dada la situación política, debe abandonar la comunidad y desplazarse a Novelda.
Teresa prodigó serenidad y valor en medio de la gran tensión que reinaba en el pueblo. Trataba de confortar a sus familiares y amigos, estando dispuesta incluso a sufrir el martirio. Las calles de Novelda fueron testigos de sus incontables gestos de caridad.
Durante estos tres años de exclaustración tuvo ocasión de hacer realidad el lema de su vida: «hagamos siempre el bien a todos». Su apostolado durante este periodo puede ser comparado con el de los primeros cristianos que llevaban la comunión a los enfermos durante las persecuciones, poniendo en serio peligro su vida. Siempre estuvo al lado de los más necesitados.
Murió en Novelda (Alicante), el 26 de febrero de 1941 y desde el primer momento el pueblo la consideró un alma santa y a ella acudía en sus necesidades.
El 17 de diciembre de 1996. el Papa Juan Pablo II la declaró venerable.
Mensaje de Teresa Mira
El lema del P. Palau «Dios y los prójimos», como expresión de amor y de servicio a la Iglesia, marcó la vida de la H. Teresa Mira. Teresa Mira encarna dinámicamente el carisma congregacional que brota del misterio de fe que es la Iglesia. Su dimensión evangelizadora la vivió en clima de experiencia eclesial: como hija del Beato Francisco Palau, su misión es entrega generosa a los miembros del Cuerpo Místico de Cristo para hacerlos partícipes de su misma comunión de vida. Amó a la Iglesia y se entregó con sencillez, amor y alegría al servicio de los más débiles: niños, enfermos, necesitados… Su lema: Amar y hacer el bien a todos.
Plasmó en su vida el marianismo palautiano, el cual no era una devoción pasajera sino vivencia de actitudes concretas de acogida y servicio.
Al contacto con Teresa Mira se advierte siempre la claridad de su mensaje: con Jesús, desde Él y como Él, ir a los demás para «hacer el bien a todos». Este lema que la caracteriza, «hacer el bien a todos», sin distinción de credos y partidos, la sitúa en las mismas huellas de Jesús que «pasó haciendo el bien». Su síntesis es »amor a Dios y los prójimos», acogida, sencillez y ternura.
Teresa Mira abrió su corazón a Dios y a los hermanos. Vivió esta entrega tan generosamente que enseguida dio frutos de vida nueva en el escabroso momento histórico que le tocó vivir y hoy sigue transmitiendo esperanza a las personas que con fe se acercan a Dios para presentarle sus necesidades.
Teresa vivió con entrega su consagración al Señor. Ella nos dejó un testimonio de fidelidad en la entrega incondicional, en la sencillez y en la grandeza de corazón.