SEXTA JORNADA DEL TRABAJO CAPITULAR
Seguimos con la crónica de los acontecimientos en el aula capitular…
Nos hemos despertado dispuestas a afrontar un nuevo día, con el corazón lleno de lo vivido en las intensas jornadas anteriores. Como cada mañana, hemos comenzado con Laudes y Eucaristía. Hoy, de manera especial, la música africana ha acompañado la liturgia, llenando el espacio de una belleza singular que nos ha recordado la riqueza y diversidad de nuestra comunidad.
Tras este momento espiritual, nos hemos dispuesto a adentrarnos en una lectura reposada y reflexiva del trabajo realizado el día anterior. La comisión de redacción ha preparado cuidadosamente unas tablas que recogen todas las aportaciones hechas en torno a las distintas opciones presentadas. Estas han sido el punto de partida para continuar el discernimiento, avanzar hacia el consenso y dar pasos hacia los acuerdos que marcarán el rumbo de la nueva etapa.
El trabajo se ha organizado en comunidades ampliadas: dos comunidades unidas para seleccionar los objetivos, acordar los porqués, los para qué, los responsables, y proponer algunos “cómos”. A partir de ahí, se ha continuado la tarea completando y afinando las formulaciones con las aportaciones de otros grupos. Durante esta jornada, la comisión de redacción ha asumido un papel clave, realizando un gran esfuerzo por concretar un nivel más en los objetivos. Su trabajo ha sido hoy especialmente valioso.
La mañana ha concluido con un acto significativo: la votación de los acuerdos. Un acto que ha sido mucho más que una formalidad: ha sido expresión del consenso construido desde la pluralidad, de la comunión gestada en los días de trabajo compartido, y del deseo común de avanzar con pasos firmes y esperanzados.
Después de comer ha tenido lugar otro momento especial: los laicos que han participado en el Capítulo dejaban sus comunidades, poniendo así fin a una experiencia intensa de convivencia, discernimiento y comunión. Momentos que quedan grabados en el corazón: el turno de regalos, los agradecimientos mutuos y la foto de familia. Porque hemos compartido mucho. Porque hemos vivido mucho. Porque en estos días hemos experimentado, una vez más, que el carisma se hace carne cuando se vive en comunidad, cuando se escucha con humildad, y cuando se sueña con otros y para otros.
La tarde la dedicamos a trabajo referente a la 5ª Opción Capitular: el nuevo estilo de comunidad. Primero con un tiempo de reflexión personal, luego un compartir en las comunidades de discernimiento. Guiadas por las aportaciones de las comunidades de la Provincia y los informes de la Animadora provincial, Secretaria, Ecónoma y Delegada Provinciales, pudimos elaborar en cada comunidad unos objetivos que hablan de la centralidad de la misión en nuestra vida y de unas comunidades agentes del anunciar y restaurar la belleza de la Iglesia.
Acabado el compartir en la asamblea capitular, nos dirigimos a la capilla para allí poder respirar más tranquilamente al aire del Espíritu, recogiendo y meditando en nuestros corazones todo lo acontecido en el Capítulo hasta este momento, y empezando a prepararnos para lo que nos espera al día siguiente.