Un nuevo mes, una nueva oportunidad, un nuevo desafío en este ciclo “Uniones de Fraternidad” a la luz de Fratelli Tutti, que nos ofrece la pastoral JPIC: Justicia, paz e integridad de la creación.
El mes de marzo, profundizábamos sobre el llamado al cuidado, dignidad y protección de los adultos mayores y ancianos, y se nos desafiaba a construir cadenas de comunión y cercanía con nuestros adultos mayores, cercanos y lejanos, conocidos y desconocidos, se nos invitaba a ser creativos y audaces a través de los medios posibles (comunicación, videollamada, carta, saludo, detalles, etc).
¿Cómo nos fue en el desafío? Algunos testimonios que nos regalan comunión y ternura. Si quieres compartir tu experiencia puedes dejarlo plasmado en los comentarios.
“No esperaba se acordaran de mí. Me sorprendió. Al inicio de la pandemia me llamaban seguido para saber cómo estaba, pero luego poco a poco se fueron olvidando. Hacía mucho que el teléfono no sonaba pero hoy cuando las hermanas me llamaron me sentí feliz. Charlamos, reímos, lloré de emoción. Gracias hermanas por acordarse de mí, por haberme alegrado el día. Hoy la soledad no me ha hecho daño”
Gema, 89 años.
“Gracias JPIC por recordarnos lo que hemos ido olvidando en este tiempo de pandemia: la cercanía, la solidaridad, la compañía. Me comprometo a recuperar la delicadeza y amor para con los que se encuentran solos. Gracias. A ellos les hace bien, a mi me hace bien”.
Cmt
Como sacerdote esta iniciativa también me compromete. A bajarme del altar y acerarme a los fieles que, por estas circunstancias y otras, no pueden acercarse al templo, no tienen como hacerlo y sufren soledad. Lo leí muchas veces, lo escuché muchas veces, pero ahora llega a mi corazón como augurio de la Pascua. Pido al Dios del cielo no olvidarme, no volverme tibio.
Antonio, 53 años
“Una idea repetida y común, pero que aun no cobra vida en mi. Mis vecinos son mayores, mis padres y suegros son mayores, quiero hacerlo pero no sé como empezar. A lo mejor esta vez me atreva, quiero ayudarles, tengo miedo a ilusionarlos y volver a abandonarlos. Necesitamos constancia”.
Clari, 49 años
“En el curso trabajamos sobre este tema y nos comprometimos a llamar a nuestros abuelos y visitar a nuestros vecinos y saludarles desde la puerta. Algunas mamás hicieron cosas ricas para llevarles, otros hicimos cartas y nos disfrazamos para alegrarles. Fue una experiencia interesante y nos sentimos muy bien”
Jean 10 años
En este nuevo mes, mes de abril, queremos profundizar sobre la comunicación: qué, cómo, por qué y para qué comunicamos, y hacerlo a la luz de Fratelli Tutti.
¿Es posible crear comunión y embellecer a través de los medios de comunicación? Una buena comunicación y uso de los medios de comunicación, ¿favorece la fraternidad al estilo de Fratelli tutti? ¿Es posible o son meras ideas?
Hoy nos acompaña la reflexión de Ela Strach, miembro de la pastoral de comunicaciones de la provincia. Escuchemos su reflexión y propuesta, y discernamos la mejor forma de ponerlo en práctica, porque “obras son amores y no buenas razones”.
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El desafío del mes es: