La visita de la Virgen de la Asunción, patrona de Elche
«No puedes formarte una idea del entusiasmo que ha producido en los ánimos de los campesinos isleños la visita de su Reina.» Palau narraba la gran misión que emprendió en la isla; misión presidida por la Virgen de las Virtudes en la imagen que llevó consigo desde Barcelona. Las palabras de Francisco Palau, de la carta que dirigía desde Ibiza a Ildefonso Gatell, un 8 de marzo de 1864*, bien podríamos aplicar a la experiencia de tantos y tantas en la ocasión a la que nos referimos hoy.
Desde Elche, comparten con nosotros la noticia y el testimonio de la visita de la Madre realizada a la comunidad educativa del centro «Nuestra Señora del Carmen» en la imagen de la Virgen de la Asunción.
Una verdadera misionera, María ha salido al encuentro, y ha hecho saltar de alegría a los que ha visitado. Igual que hace siglos, hoy sigue con su procesión y anuncio del Señor Jesús. Hoy, día de la Visitación a su prima, Santa Isabel, María parece invitarnos a realizar este gesto sencillo de salir y encontrarnos con el otro. De llevar la presencia de Jesús y contagiar con su alegría. A su intercesión encomendamos el caminar de sus hijos, el deseo de misionar con la vida y ser testigos del Resucitado.
La hermana Josefina Macía, perteneciente a la comunidad de hermanas carmelitas misioneras teresianas, comparte su vivencia:
Para mí, ha sido una gracia tenerla tan cerca. No he podido participar en el acto de la ofrenda floral; otras hermanas, sí. De lo cual me alegro mucho porque nos hacían partícipes de todos los actos vividos.
Por las tardes, cuando estaba solita la Virgen, me iba con ella para que no estuviera sola y me acompañaba ella a mí en ese tiempo de oración. Tiene una mirada acogedora, bondadosa, humilde…. todas virtudes que tiene esta Madre de la Asunción, tan sencilla.
Al costado en el altar, tenía a la otra Virgen del Carmen. Siento que las dos me ayudan a caminar hacia Jesús en el día a día, con mí pobreza, al servicio de los que me rodean, de la Iglesia. Le he pedido por la Paz, por todo los profesores, alumnos y trabajadores y, cómo no, por las CMT para que sepamos vivir en comunión con el necesitado.
Santa María, ven con nosotros a caminar.
Gran amante de la Virgen y difusora apasionada del carisma palautiano, María Teresa Ruíz, desde comunidad educativa nos acerca al acontecimiento que ha marcado la experiencia de los alumnos, trabajadores y hermanas de la comunidad.
Os compartiremos pronto el testimonio de otras dos profesoras del Colegio: María Asunción Verdú y Silvia Agulló.
*Publicada en la Revista Católica, t. 54 (1864), pp. 530-533.