En la Casa Madre de Tarragona, como en todas nuestras comunidades hemos celebrado con emoción, cariño y esmero la fiesta de nuestra Madre del Carmen.
Ya la víspera, como es tradicional en esta Casa, oímos el sonido rítmico y solemne de la campana de la iglesia, que nos anunciaba la especial jornada del día 16. El eco de las campanadas iba penetrando en el corazón de cada hermana, a la vez que potenciaba el gozo de sabernos muy unidas a nuestra Madre, preciado y estimado regalo de Dios, a quien queríamos festejar.
La celebración principal del día fue la Eucaristía, preparada con solicitud y amor, y que tuvo lugar a las 11 de la mañana, presidida por nuestro Capellán Ms. Miguel Combalía. La Virgen, rodeada de flores blancas, lucía esbelta en el camarín, con su mirada serena y escucha atenta, para acoger todas nuestras voces y grabar en su corazón cada invocación, súplica y petición.
Fueron numerosas las personas que nos acompañaron, entre estas nuestra hermana Inés Fernández, Vicaria General, acompañada de un grupo de cuatro hermanas junioras; Estuvieron también presentes la Directora y algunos profesores del Colegio; La Presidenta de los Misioneros Laicos Palautianos y algún miembro más del grupo MILPA, y otras personas conocidas de la comunidad. Finalizada la Eucaristía y antes de separarnos, compartimos y prolongamos la alegría de la fiesta con un sencillo refresco.
La festiva celebración se dejó notar no solo en la mesa, también en las Solemnes Vísperas, con la presencia de las hermanas de las dos comunidades, enriquecido el grupo con las potentes y bonitas voces de las hermanas jóvenes que nos acompañaban.
El intercambio de felicitaciones vía internet, a lo largo de la jornada, avivó el amor y recuerdo de tantas hermanas queridas, de cerca y de lejos, que pudimos hacernos presentes por este medio, regalándonos los mejores deseos y felicitaciones, estrechando con ellos nuestros lazos de comunión y sentido de familia.
La fiesta se prolongó con una dulce merienda y un alegre, ameno y variado intercambio de festejos. Nuestras hermanas junioras, con su corte juvenil, nos aportaron ritmo y colorido, consiguiendo que las hermanas más dinámicas se sumaran a la marcha y armoniosa melodía.
Con mucha gratitud a Dios, por haber podido vivir unidas un año más esta gran fiesta, seguimos bajo el amparo de nuestra Madre, a quien pedimos y agradecemos su protección y compañía.
Hna. Mª Teresa de Prado, cmt