MEDALLA DE LA CIUDAD 2022

En un acto muy emotivo, la tarde del día 16 de noviembre de 2022, la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas, representada por la Hermana Teresa Vives Pertusa, Animadora Provincial, y otras muchas cmt, ha recibido de la corporación municipal del Ayuntamiento de Tarragona la Medalla de la Ciudad en reconocimiento por los 150 años de su labor en Tarragona.

Un acontecimiento que siempre es ocasión para agradecer: a Dios, a las hermanas, a todas las personas que han formado parte de la historia de esta presencia palautiana en la capital tarraconense.

A continuación, compartimos el mensaje que la hermana Teresa ha pronunciado en la ocasión:

16 de noviembre de 2022
Entrega de la medalla de la ciudad de Tarragona
Salón de plenos del Ayuntamiento

Bona tarda a totes les persones amb vincle directe amb les Carmelites Missioneres Teresianes, autoritats, representats dels diferents grups polítics i molt il·lustríssim alcalde sr. Pau Ricomà Vallhonrat.

Desitjo en primer lloc agrair al Consell Plenari de l’Ajuntament de Tarragona la concessió d’aquest reconeixement que honora de manera extraordinària a la nostra família de Carmelites Missioneres Teresianes, la família del Pare Palau formada per germanes i laics.

Hoy se reconoce a la Congregación, con este distintivo, la trayectoria y la  labor desarrollada a lo largo  de 150 años de presencia, en favor de la atención y promoción de las personas en las distintas etapas de la vida. Una presencia caracterizada por una profunda espiritualidad y proyección misionera.

Deseo tener un recuerdo agradecido para todas las generaciones de hermanas que han pasado por esta ciudad, en las distintas comunidades y presencias. Y felicitar, también, a todas las personas que han caminado con nosotras y que son, hoy, también protagonistas y destinatarias de este reconocimiento.

Esta celebración tiene su origen  en la iniciativa de l’Associació d’Exalumnes, que ha contado con el apoyo de otras entidades culturales, y  el contexto de  la celebración de los 150 años de la implantación del Carmelo Palautiano en Tarragona

El P. Palau califica la fundación de Tarragona como «la que más importancia tiene» y de la que dice «estoy dispuesto a sacrificarlo todo para venir en ayuda de Tarragona». Ocurría este hecho el 19 de marzo de 1871 con la presencia del propio fundador. Francisco Palau conocía bastante bien la ciudad de Tarragona y las poblaciones cercanas por haber predicado varias veces desde la década de los años 60.

La fundación se inició en el carrer del Vidre nº 5. Los inicios, marcados por la  austeridad y la pobreza, se caracterizaron por la itinerancia de un lugar a otro. Pronto pasaron al carrer de la Misericordia nº 3. Allí,  se creó la primera escuela de las Carmelitas, ubicada en la parte portuaria donde crecía la inmigración y los niños permanecían sin atención escolar.

En 1925 se adquirió un amplio solar  en la zona denominada «campus», hoy Avda. Estanislao Figueras donde las hermanas  se trasladaron en 1933. Pero La escuela siguió funcionando en la Tarragona baja. Y 1905  pasó al carrer La Unió nº 41,  como colegio reconocido, hasta el estallido de la guerra civil española, que provocó el abandono de estos edificios que fueron destinados a diferentes usos civiles.

Después de la guerra, la reconstrucción fue larga y penosa. Las hermanas sin medios, (porque en aquello años todos los servicios de atención a enfermos y enseñanza, eran gratuitos y dependían de las limosnas), emprendieron la proeza del nuevo comienzo con la confianza puesta en la Providencia y en el duro trabajo. Este largo periodo de reconstrucción  culminó con la alegría del traslado de los restos del P. Palau del cementerio de Tarragona a  la Casa Madre en diciembre de 1947, donde reposan desde entonces.

A pesar de las penurias de estos años, el espíritu misionero y la alta estima por la educación las llevó a seguir manteniendo el colegio que se trasladó en el año 1950 a su actual ubicación.

Siguiendo los pasos del P. Palau que dice: “las necesidades de la Iglesia, las llagas y heridas abiertas en su cuerpo fueron el cuadro donde fijamos nuestra atención para dar forma a nuestra misión” (EVV II,10), la Congregación con la mirada atenta a los signos de los tiempos, a la realidad, y en función de la evolución de la misma ciudad, ha tenido una presencia activa y ha tomado decisiones con visión de futuro como la construcción de un nuevo pabellón (1991-1993), para alojar las etapas de la ESO y grados Postobligatorios (1991-1993), o la remodelación del colegio y de la Casa Madre (2011-2012). Ha evolucionado con los tiempos integrando en su acción las exigencias de la educación del futuro (Escola Nova XXI, 2016-2019). Hoy, siguiendo el carisma de las Carmelitas Misioneras Teresianas, el Col.egi Mare de Dèu del Carme mantiene una misión, visión y valores que tienen un impacto ampliamente positivo en la vida de nuestra ciudad, promoviendo siempre una educación  que alienta a una ciudadanía activa y responsable.

Por tanto, solo me queda decir: Gracias, hermanas, por ser el fruto de un profundo amor y servicio del  P. Francisco Palau a la Iglesia contemplada como Dios y los prójimos. Gracias, también, a vosotros laicos comprometidos con la misión educativa en el “Cole.gi Mare de Dèu del Carme”,  que sois hoy el rostro más visible de nuestra Institución en la sociedad tarraconense. Gracias a todas las generaciones de alumnos y de personas vinculadas a la Congregación que sois los portadores de los valores  del carmelo misionero teresiano como son: la cercanía, la sencillez en el trato, la valoración y respeto de la diversidad, el espíritu crítico y de superación, el amor al saber, la solidaridad y sensibilidad ante el dolor y la visión cristiana de la vida.

Gràcies a les institucions de la ciutat que amb tan alta estima tenen a la nostra institució i que avui l’honoren amb aquest prestigiós reconeixement.

Moltes gràcies a tots i totes.