JORNADA DEL MIGRANTE Y REFUGIADO – 26 DE SEPTIEMBRE 2021

¿Qué ha significado dejar tu tierra, tu gente, tu casa para venir aquí? ¿Qué buscabas? ¿Qué encontraste?

Hacemos espacio para escuchar a una de las familias de un barrio barcelonés… Nuestras corresponsales, hermanas que viven su compromiso con la Iglesia en aquel rincón del mundo, les han pedido una entrevista. Responden así a un par de preguntas. ¡Gracias por compartir, familia!

“HACIA UN NOSOTROS CADA VEZ MÁS GRANDE” – es el lema de la jornada celebrada mundialmente este domingo día 26 de septiembre. Ojalá sirva para abrir nuestos corazones y sobrepasar todo tipo de fronteras.

En nuestro mundo actual el movimiento migratorio es una realidad abrumadora, también en Barcelona donde nos encontramos. En las periferias de nuestras ciudades nos encontramos con migrantes venidos de muchos países, huyendo de persecuciones hambre, y otra clase de carencias.

Dios nos ha creado a todos con la misma dignidad a su imagen y semejanza. Nos creó para formar una familia, la familia humana. Así nos dice el Catecismo, y el Papa no deja de recordárnoslo. A causa del pecado, el hombre ha quebrado esta familia poniendo fronteras, rechazos, exclusiones. Pero Dios se comunica con los hombres. Al principio, en el Antiguo Testamento, lo hacía con su Pueblo escogido. En el momento central lo hace con Jesucristo; y desde Jesucristo, con la Nueva Jerusalén, la Iglesia, enviando a sus apóstoles, por medio de una Iglesia cada vez más católica.

Sigue diciendo el Papa Francisco: “Todos estamos en la misma barca”; es necesario derribar fronteras. La comunidad eclesial debe ensanchar el espacio de su tienda para ACOGER a todos. Que podamos hacer realidad “Un nosotros cada vez más grande”, para poder abarcar a toda la humanidad.

Especialmente ahora como resultado de la pandemia. Estas carencias son muchas para las familias y sus hijos. Como dice el Papa, nosotros los miembros de la familia eclesial y comprometidos a dar respuesta a esta llamada del Papa nos abrimos con generosidad, dentro de nuestras posibilidades y extendemos nuestros brazos a estos hermanos nuestros, para que se sientan en su casa, en familia entre nosotros.