Nace en Villagonzalo-Arenas Burgos (España) el día 21 de agosto de 1930 de una familia numerosa y cristiana, siendo ella la primera de los nueve hermanos.
A los cuatro días de su nacimiento es bautizada en su parroquia de Villagonzalo-Arenas (Burgos). Recibe los sacramentos de la iniciación cristiana a edad temprana, como se acostumbraba en su tiempo.
Ya en su juventud, deseó entregarse al Señor en la vida contemplativa (según testimonio de su hermana menor, en la celebración de su funeral, cuando daba gracias a todas las Hermanas por los cuidados con que habíamos dispensado a su hermana Mª Teresa) la que tuvo que abandonar por no responderle la salud. Continuó con el deseo de servir al Señor en la vida religiosa poniendo su mirada en la Congregación de las Carmelitas Misioneras Teresianas e hizo su ingreso en la misma el día 31 de octubre de 1957 en el postulantado de Amorebieta (Vizcaya) en donde se preparó durante el noviciado para hacer su Profesión Religiosa el 15 de mayo de 1959, en Tarragona, Casa Madre de la Congregación.
Continuó su vida religiosa, renovando los votos religiosos hasta el 15 de mayo de 1964 en que se entrego totalmente al Señor haciendo su profesión perpetua en la Congregación.
Ha dedicado 37 años de su vida al cuidado del cuerpo de Cristo en los enfermos en las clínicas de Bilbao, Logroño y Barcelona y 18 años en Zamora atendiendo a los sacerdotes mayores en la Casa Sacerdotal de “San José”.
¡Cuantas llamadas de los sacerdotes a la H. Mª Teresa, en su nuevo destino de los sacerdotes, a quienes sirvió, interesándose por su salud, felicitándola en fiestas y visitándola en la comunidad, agradeciéndola sus cuidados con ellos!
Muy importante ha sido la convivencia con ella en comunidad, teniendo la experiencia de no oírla quejarse de sus limitaciones físicas por la edad y de cumplir lo que tanto recomienda nuestro papa Francisco de no criticar de nadie.
Hna. Mª Teresa que goces eternamente de Dios porque has cumplido las Palabras Evangélicas:” Lo que hicisteis con uno de mis hermanos, conmigo lo hicisteis” y puedas pedir desde el cielo por tu familia a quien tanto quisiste y a toda la Congregación a quien tanto amaste.
Que goces también de la compañía de la Madre de Dios, madre tuya y madre nuestra, con quien tanto hablaste mientras vivías en la tierra.