CELEBREMOS A SANTA TERESA DE JESÚS
Teresa, que vivió y murió al servicio de la Iglesia, sigue iluminando con el ejemplo de su doctrina y de su vida los caminos de la Iglesia peregrina. Gracias a la generosa aportación del P. José Carlos Gimeno, ocd, desde el equipo de comunicación de la Provincia Francisco Palau, presentamos hoy unas pinceladas sobre el corazón eclesial de Teresa de Jesús. Apuntes de la conferencia presentada por él en un retiro espiritual hace tan solo unos días. Esperamos que ayuden a adentrarnos de la mano de la Santa abulense en el Misterio de la Iglesia y descubrir su amor por Ella.
La experiencia humana de los santos los hace contemporáneos, compañeros y testigos de la Vida. Su vivencia del evangelio atrae a quienes buscan en el evangelio la verdad y la vida. Celebremos con solemnidad a Santa Teresa de Ávila, Teresa de Jesús, agradecidos por el don de la vida y vocación de esta gran mujer. Profundicemos en el legado que nos ha dejado y vivamos desde esa misma hondura nuestro amor por la Iglesia.
EL MISTERIO DE LA IGLESIA
Introducción
En alguna ocasión Pablo VI declaró su devoción a la Santa de Ávila por:
- su amor a la Iglesia.
- su sentido de Iglesia.
Un “slogan” frecuente en la hagiografía teresiana es “Al fin muero hija de la Iglesia”. Son palabras que revelan su confianza absoluta:
- por sentirse vinculada por la fe y el bautismo a la Iglesia.
- por el gozo de la última unción santificante y la última Eucaristía en la que participó.
Este amor eclesial, nacido de la experiencia de una Iglesia desgarrada por la desunión, se encarnó en un servicio de oración y de renovación religiosa:
- En su aventura espiritual.
- En sus monjas.
- En los Carmelitas descalzos encaminados por ella al apostolado y al bien de la Iglesia.
Su servicio eclesial no terminó con su muerte. Entonces empezó una nueva etapa:
- Con la propagación de sus escritos.
- Con su influjo en la espiritualidad católica.
Hoy este servicio reviste formas nuevas y llega a fundirse en el diálogo humano y ecuménico que la Iglesia sostiene con las confesiones cristianas y no cristianas.
- En el misterio de la Iglesia
A) Del individualismo a la eclesialidad.
En tiempos de la Santa el servicio de la Iglesia y el deseo de salvar almas no pertenecía al común de los cristianos. Ella llegó a percibir y a vivir estas realidades:
- A través de su evolución espiritual, como una plenitud singular de la vida cristiana
- Al contacto con la realidad histórica de la Iglesia de su tiempo y en comunión con la voluntad de Dios.
- En la gracia del matrimonio espiritual, como una misión especial de esposa de Cristo.
El proceso de maduración es lento, pero lógico:
- Del amor de Dios al amor de las almas.
- Del amor a Cristo a la pasión por la Iglesia.
El misterio de la Iglesia nace en el corazón de la Santa bajo el impulso de su amistad con Cristo:
- No por nociones estereotipadas de la Iglesia y su misterio.
- Contemplada como una universalidad de salvación.
- Como vivencia desgarradora de las vicisitudes históricas de una Iglesia peregrina y pecadora.
Las etapas que llevan a Teresa de la preocupación de sus problemas personales a su apertura eclesial son las siguientes:
- Una visión del infierno abre su almas a la preocupación por las almas y su salvación. (Cfr. V. 32, 36; R. 3, 8; 4, 6)
- Las noticias de la rebelión protestante con las guerras de religión en Francia concretizan la preocupación por las almas en una auténtica pasión por la Iglesia y su unidad.
- Finalmente las noticias de los indios de América dan a su amor a la Iglesia y a las almas una dimensión universal y misionera (Cfr. F. 7, 1)
Estas experiencias son el momento crucial en la vida espiritual teresiana:
- Adquiere un mayor conocimiento y vivencia del misterio de la Iglesia.
- Su aventura se transforma y pasa de ser un goce preescatológico de la Iglesia celestial, a un apasionado sentimiento y servicio de la Iglesia concreta y peregrina de esta tierra como expresa en los primeros capítulos de “Camino de Perfección”.
B) La Iglesia, “Reino de Dios en la tierra”.
La eclesiología de su tiempo era excesivamente jurídica y poco influida por la dimensión comunitaria que ha puesto de relieve el Concilio.
En los escritos teresianos no encontramos para hablar de la Iglesia conceptos que nos son familiares como Cuerpo Místico, Pueblo de Dios.
Una expresión bíblica de la Iglesia sintetiza la visión teresiana del misterio eclesial:
- Es una visión realista encuadrada en la sociedad española de su tiempo y en las vicisitudes históricas de la Iglesia:
- Reino de Dios en lucha.
- Reino de Dios que crece y se renueva en la santidad.
- Reino escatológico que se inicia ya en la tierra.
- Esta visión de la Iglesia que presenta en los primeros capítulo de Camino de Perfección es realista y dinámica, de aspiración intensa por la restauración de la unidad, vivificada por una honda participación desde dentro en la auténtica vida eclesial: Eucaristía, Sacramentos, oración, virtudes, orientada hacia la plenitud de comunión trinitaria que Teresa anhela.
C) La Santa Madre Iglesia.
La visión precedente de la Iglesia mira al misterio integral, la comunidad cristiana. Sin embargo, la Iglesia jerárquica es para Teresa la “Madre Iglesia”:
- Maestra inefable y depositaria de la verdadera fe.
- Dispensadora de la gracia de los sacramentos.
De esta Iglesia ella se siente hija, como de la otra miembro activo y luchador:
- A quien le recordaba sus ascendientes nobles, ella respondía que le bastaba ser hija de la Iglesia.
- Profesó siempre un amor grande a las autoridades de la Iglesia. (Cfr. V. 13, 18-19; 5M. 1, 7)
De su amor nacía su intenso sentido de la fe y la ortodoxia en plena comunión y dependencia de la Iglesia docente.
- Teresa vive en tiempos difíciles y sospechosos. Por doquier la Inquisición detectaba herejías. Los hechos sobrenaturales que rodeaban la experiencia teresiana la hicieron blanco de injustas sospechas. Sus libros llegaron a la Inquisición. Pero Ni siquiera un juicio precipitado empañó su ortodoxia, no obstante su polémica contra teólogos e inquisidores.
- En su experiencia fueron norte y guía la Escritura y la Iglesia como garantías de autenticidad. (Cfr. R. 4, 6-7)
- Su fidelidad a toda prueba está escrita en V. 25, 12-13; 33, 5)
- Por eso no solo sentía gran amor por los Sacramentos y la Liturgia de la Iglesia; su fe y su confianza se extendían a los sacramentales, especialmente al agua bendita. (Cfr. CAD. 2, 20)
2.- En la Iglesia de su tiempo
La inteligencia del misterio eclesial tiene su origen y sus aplicaciones concretas en las vicisitudes históricas de la Iglesia de su tiempo. Podemos afirmar que no hubo un hecho eclesial que no encendiese ansias apostólicas en su vida.
- Los grandes males de la Iglesia.- La revuelta protestante recrudecida por las guerras de religión en Francia, provocó esa experiencia eclesial de la cual nació la reforma carmelitana.
- Las páginas de Camino de Perfección que se hacen súplica ardiente por la unidad de la Iglesia son el testimonio fidedigno. (Cfr. C. 1 – 3).
A) “Estos indios no me cuestan poco…”
- Análoga es la sensación que suscita una conversación con un misionero de América. En su conversación pone de manifiesto la multitud de indios que esperan el mensaje de Cristo y la crueldad y codicia con que proceden ciertos conquistadores.
- La reacción de Teresa es de sentimiento y de dolor. (Cfr. F. 1, 7)
- Hacia el final de su vida Teresa verá partir con gozo sus primeros misioneros carmelitas rumbo a Africa.
B) “El Santo Concilio”.
- El Concilio de Trento constituye el momento central de la Iglesia de la época. La celebración de la última sesión del mismo coincide con el período que nace la Reforma. Un Concilio era entonces asunto de eclesiásticos y políticos, no llegaba hasta las masas.
- Teresa estuvo en contacto con obispos y teólogos que vivieron aquella asamblea, el eco del acontecimiento es muy débil. Hasta Teresa llegan las últimas normas jurídicas de Reforma que tienen relación con la clausura.
- Sin embargo es maravillosa la sintonía espiritual que existe entre la doctrina conciliar y la vivencia espiritual de Teresa.
- En el campo de la renovación personal y comunitaria, especialmente en la reforma de la vida religiosa el carisma teresiano se anticipa en sintonía de espíritu a las normas tridentinas. Con perspectiva de siglos podemos ver como ella encaja en ese momento especial de renovación de la Iglesia.
C) Los capitanes de la Iglesia.
La vida y el comportamiento de los sacerdotes, también entonces era noticia.; otro aspecto eclesial que Teresa vivió de cerca.
- Junto a Teresa pasan los eclesiásticos más santos y sabios de la España imperial: Domingo Bañez, Juan de la Cruz, Juan de Ávila, Pedro de Alcántara, Francisco de Borja, Luis de Granada, Juan de Ribera.
- También había vivido la tragedia de la relajación de los religiosos y los desvíos morales de ciertos sacerdotes (Cfr. V. 5).
Este contacto positivo y negativo con el clero de su tiempo dejó huella en su vida:
- Sentía por ellos un afecto materno. Apreciaba el valor de su misión en la Iglesia y el don de su ministerio sacramental. Los quería “letrados”, capitanes esforzados del ejército de Cristo, hombres perfectos.
- Era una de sus preocupaciones principales en la oración. Cfr. R. 3, 7.
- Este carisma de oración por la santidad sacerdotal lo transmitirá a sus monjas como la mejor herencia: Cfr. C. 1, 2; 3, 2-5.
Ella que fue siempre amiga de buenos letrados (Cfr. V. 13, 18), aconseja a sus monjas que traten siempre con ellos. (Cfr. 5M. 1, 7).
3.- Al servicio de la Iglesia
La experiencia eclesial se hizo servicio. Los tiempos de entonces, claramente antifeministas, cortaron los ímpetus y posibilidades de Teresa. Así estructuró una nueva forma de vida religiosa en la vida eclesial.
A) En el corazón de la Iglesia.
Teresa replegó su servicio a las almas en el realismo de sus posibilidades (Cfr. C. 1, 2).
Su carisma particular es la creación de un nuevo tipo de vida religiosa: la contemplación al servicio de la iglesia.
Es el ideal que inculca en Camino de Perfección, ideal que tiene algunos elementos claves.:
- Ideal evangélico de seguimiento de Cristo, con una visión interior de los votos religiosos.
- Un grupo selecto y reducido, una élite espiritual y renovadora que vive en el amor el compromiso evangélico de santidad,
- El provecho espiritual de la Iglesia como razón de ser y de obrar.
Este ideal religioso resume condiciones vitales de Teresa:
- La vida de oración es amistad con Dios.
- La oración exige virtudes, santidad.
- El alma que está unida a Dios alcanza de El cuanto pide.
- Los religiosos están en el corazón de la Iglesia.
Estas frases teresianas nos aclaran el secreto espiritual de su ideal y de su carisma: Cfr. C. 1, 2. 5; 3, 10; F. 1, 6.
Con este mismo fin creará el nuevo Carmelo masculino con Juan de la Cruz a la cabeza.:
- Para vivir el mismo ideal de oración con Dios.
- Y el carisma apostólico misionero.
- Como una proyección concreta del letrado santo de sus deseos y oraciones.
B) El amor a las almas, criterio de autenticidad.
Si como fundadora ha establecido el servicio eclesial como definitorio de su Reforma, como maestra de vida espiritual ha establecido como signo de auténtica santidad la pasión por la Iglesia y las almas. Lo afirma en 4M. 1, 7.
Las Séptimas Moradas son un canto a la fecundidad de los santos en el servicio de la Iglesia. El capítulo 5 del libro de las Fundaciones resume su pensamiento sobre el apostolado y la vida de oración en la Iglesia superando los dualismos mezquinos.
Una de las bienaventuranzas de la Santa la leemos en V. 40, 15. Así murió ella.
4.- Al servicio de la Iglesia: Un servicio que dura cuatro siglos
El servicio eclesial de la M. Teresa no termina con su muerte. A la Iglesia lega dos imágenes vivas: su Reforma y sus escritos. Expongamos ahora, el influjo que la doctrina teresiana ha ejercido en la vida de la Iglesia.
A) Influjo en la espiritualidad.
Desde el principio los escritos teresianos provocaron entusiasmo en diversos sectores de la sociedad lo que provocó una cadena ininterrumpida de ediciones que ha llegado hasta nosotros.
Desde la canonización de la Santa sus obras se han considerado cima de la doctrina espiritual.
La presencia editorial es sólo un signo del influjo más íntimo en la espiritualidad católica postridentina:
- En los grandes doctores de la vida espiritual: Juan de la Cruz, Francisco de Sales, Alfonso de Ligorio, etc.
- En los grandes movimientos de espiritualidad: De la escuela francesa, en la controversia del quietismo y semiquietismo, etc.
El influjo teresiano ha mantenido vivo en la Iglesia:
- El misterio de la oración cristiana.
- La genuina mística del cristianismo.
B) Actualidad
También hoy Teresa de Jesús es actual. Lo confirman los siguientes datos:
- Las ediciones de sus obras, no sólo en castellano sino traducidas a diversas lenguas.
- Las Biografías, igualmente en diversas lenguas.
- Los medios de comunicación social también hacen presente la figura y la doctrina de la Santa en los más diversos ambientes.
- La producción científica.- Más amplio, casi incontrolable, es el sector de los estudios teológicos, psicológicos y literarios de los últimos tiempos.
Los escritos teresianos han traspasado las fronteras de la Iglesia católica; se leen y sirven de meditación en el diálogo ecuménico:
- Entre los ortodoxos, cuya espiritualidad es por tantas razones gemela a la experiencia teresiana.
- Entre los anglicanos cuyo aprecio por la Santa es ya tradicional
- En las religiones orientales: Actualmente el diálogo con las religiones de Oriente, el testimonio de los santos contemplativos como Teresa de Jesús es indispensable. Confirma este interés la difusión que en los últimos tiempos sus escritos han tenido en las lenguas orienntales.
- En el campo de los no creyentes, es sintomático el influjo que la lectura de la Santa ha tenido en Edith Stein, discípula de Husserl y en H. Bergson, así como también en R. Garaudy.
Esta secreta atracción de Teresa se extiende también a un vasto público indiferente que se acerca a sus escritos por motivos literarios, por análisis filosóficos o psicológicos. Son muchos los que experimentan un testimonio irrefutable de vida divina.
C) El secreto de su actualidad.
El secreto de esta simpatía y aceptación universal radica en la limpidez de su testimonio humano. Por eso el hombre moderno que busca y está sediento de verdad encuentra en ella un testigo del mundo sobrenatural, una maestra que lleva a Dios.
Conclusión
Teresa, que vivió y murió al servicio de la Iglesia, sigue iluminando con el ejemplo de su doctrina y el ejemplo de su vida los caminos de la Iglesia peregrina.
Los Santos son un don para la Iglesia de siempre. Su experiencia humana los hace contemporáneos y compañeros de todos. Su vivencia del evangelio los acerca a todos los que buscan en el evangelio la verdad y la vida.