Sólo la ternura salvará al mundo. José, llamado por Dios para salvar, guardar y proteger a María y Jesús. La paternidad de San José se expresa concretamente en haber hecho de su vida un servicio, en la lógica del don de sí mismo. San José es modelo de paternidad que nos guía y orienta a la belleza de vivir en entrega gozosa al cuidado del Cristo encarnado en quien se cruza en mi camino, en el vivir cotidiano, en cada persona de mi núcleo familiar y comunitario, desde esa donación generosa y sin medida que vivió José.

A él dirigimos nuestra oración:

Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.