VALORES DE SAN JOSÉ

En este año de san José queremos afinar el corazón mirando también sus actitudes, las del hombre al que Dios confió a su Hijo, del que se fio la Virgen y del que Jesús habrá aprendido a relacionarse y a afrontar la vida. En marzo empezamos con la novena y unas pinceladas sobre las diversas facetas de este «glorioso Patriarca», como le llamaba Santa Teresa. Ahora damos paso al compartir sobre los actitudes o virtudes, podríamos decir, del que fue Esposo de la Virgen y Padre adoptivo del Hijo de Dios.

Cada mes, un aspecto, siguiendo los puntos de la carta del Papa Francisco en el aniversario de anunciar a San José patrono de la Iglesia Universal. Hoy, toca la faceta del «Padre amado».

PARTIENDO DE LA CARTA PATRIS CORDE: San Pablo VI observa que su paternidad se manifestó concretamente «al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa».

Y el fundador del Carmelo Misionero Teresiano, beato Francisco Palau afirma: «En el amor de la caridad está la paternidad y la filiación» – MR 8, 12. ¿A qué te invita?

  • ¿Cómo vive la comunidad el ser padres y madres de la Iglesia, de los hijos de Dios?
  • ¿Qué características debe de tener una maternidad consagrada bien vivida?

Estas preguntas se las hemos hecho a las hermanas de la comunidad cmt de Callosa de Segura, España. Y esto es lo que nos han compartido.