El santo padre Francisco ha constituido ayer miércoles como parte de la reforma en curso de la Curia Romana, un nuevo dicasterio con competencia sobre Laicos, Familia y Vida, que inicia oficialmente su labor el próximo 1° de septiembre, sustituyendo al Pontificio consejo para los laicos y al Pontificio consejo para la familia. Y ha nombrado como prefecto a Mons. Kevin Joseph Farrell, obispo de Dallas en Estados Unidos.

Apenas conocido el nombramiento, Mons. Farrell en su blog escribió el siguiente texto:

“Me siento sumamente honrado que nuestro Santo Padre Papa Francisco me haya elegido para dirigir este recién formado dicasterio. Espero formar parte de la importante labor de la Iglesia universal en la promoción del laicado y su apostolado para el cuidado pastoral de la familia y apoyo a la vida humana de acuerdo a la reciente exhortación apostólica del Papa, Amoris Laetitia, la Alegría del Amor.

Aunque me siento muy agradecido por la confianza que el Santo Padre ha depositado en mí, la noticia me deja con sentimientos encontrados.

Dallas ha sido mi hogar durante 10 años y, desde el principio, rápidamente aprendí a amar a su hermosa gente y cultura. La profunda fe, bondad y generosidad de las personas de la Diócesis de Dallas superaron todas mis expectativas. Mis hermanos sacerdotes estuvieron entre los primeros en darme la bienvenida y les estoy sumamente agradecido por su colaboración, amistad, sabios consejos y oraciones. Un obispo no puede hacer nada importante en una diócesis sin el esfuerzo y cooperación de párrocos, sacerdotes, personal diocesano y personas. Creo que juntos hemos logrado alcanzar muchos objetivos, y hemos puesto en marcha otros, que continuarán edificando la Iglesia Católica en el Norte de Texas.

No puedo expresar suficientemente mi gratitud por todo lo que sacerdotes, personal y personas han hecho, y continúan haciendo, por mí y por la Diócesis de Dallas. Sé que mientras conversamos, nuestro Santo Padre se encuentra buscando al hombre adecuado que servirá como nuevo pastor principal. Estoy seguro que, a mi partida, el Obispo Greg Kelly se encargará de las necesidades de la diócesis durante el período de transición. Les pido que oren por él. Asimismo les pido que oren por mí mientras inicio este próximo e inesperado capítulo de mi sacerdocio. Que Dios continúe bendiciendo a la Diócesis de Dallas”. (ZENIT – Roma