Un recorrido por su vida
Ahizta Edurne nació en Dima, Bizkaia, en una familia de raíces cristianas.
De muy joven sintió la llamada de Dios para seguirle a Él y entregarse a los más necesitados. Cuantas convivimos con ella durante el periodo de formación tenemos presente su sonrisa, su servicio delicado, sus esmeradas labores…
Se dedicó principalmente a la educación de niños. En todos dejó su huella personal: su alegría, su trato delicado con la gente, su cariño, su sonrisa, su humor, su memoria para hacer presente en su oración cualquier petición, sufrimiento o situación personal…
También merece destacar sus visitas a enfermos, su atención a la catequesis, especialmente en Larrea, su dedicación a las celebraciones de las distintas ermitas de Amorebieta.
No podemos olvidar su gusto por la liturgia y su entrega como sacristana y como recepcionista.
El Señor ya le ha preparado un lugar junto a él. Ha dejado de estar entre nosotros, pero continuará siempre viva en nuestro recuerdo. En el recuerdo de sus seres queridos: familia, comunidad, y todos aquellos que tuvieron la dicha de relacionarse con ella. El recuerdo de tantos y tantos niños/as que mantienen viva su memoria, su sencillez, su trato amable, cercano, y entrega generosa a la Iglesia como fiel hija de nuestro Padre fundador, Francisco Palau.
Dios misericordioso ha acogido en su seno a su Hija amada, Ahizta Edurne. Que el testimonio de su vida aumente nuestra fe y esperanza en el Padre que espera que regresemos a la Vida verdadera junto a Él y allí la encontremos también a ella.