En la localidad de Reus, comunidad de San José el día 3 de diciembre de 2016, falleció nuestra Hermana Francisca Sarriá Pérez
Nuestra Hna. Francisca nos ha dejado un ejemplo, testimonio, recuerdo de sencillez, alegría, aceptación y fidelidad a Dios en su larga enfermedad. Tanto a sus familiares, a la Congregación y a todo el personal que le han atendido en el hospital, se supo ganar a todas las personas que han entrado en contacto con ella, la han querido enormemente, nunca se quejaba siempre estaba bien.
Breve recorrido por su historia
El primer tic tac sonó suave y alegremente en el hogar de José y Francisca, el 19 de enero de 1936 en una familia sencilla dónde aprendió a ser cristiana, ser hija de la Iglesia lo más valioso de un ser humano. Como brotes de olivo en torno a la mesa, la familia se ha multiplicado hasta ser numerosa, ella era la mayor de diez hermanos. Con el tiempo fue creciendo y madurando en su vida cristiana, y Jesús llama a la puerta de su corazón, es la hora de la llamada y el quince de agosto a los 21 años ingresa en el postulantado y noviciado de las Carmelitas Misioneras Teresianas en Tarragona, donde ha sido fiel hasta su muerte. Posteriormente ha sido destinada en varios sitios. Montblanc, El Vendrell y Reus. Siempre dispuesta, alegre, fiel, en todo lo que le encomendaban sus superiores. Era muy buena cocinera. El servicio llenó a nuestra Hna. Francisca de felicidad, pero la felicidad no es un destino, es la actitud con la que viajaba por la vida. Hna. Francisca tenía gran afinidad para conectar con las jóvenes y esto hizo que formara aquí en Reus, un grupito de oración. Mientras ella cocinaba las hablaba de Dios, reía, las instruía. Algunas de estas jóvenes son ahora Carmelitas Misioneras Teresianas, otras lo han dejado pero sus enseñanzas siguen vivas y han seguido queriéndola visitándola con amor y cariño. Gracias, Hna. Francisca, ahora te pedimos que desde el cielo sigas ayudándonos e intercediendo por nosotros.