Renovación de votos de la hna. Anuarite

El día 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María, en la comunidad Ntra. Sra. del Pilar en Zaragoza, nuestra Hna. Yvonne Anuarite Kulondwa Cizungu, renovó sus Votos al Señor. Hna. Anuarite es una joven Carmelita Misionera Teresiana que se incorporó a nuestra comunidad en febrero de 2019. Viene de Bukavu, Rep. D. del Congo, África. Junto a otras hermanas destinadas en distintas partes del mundo, ha renovado su Sí a la Iglesia en nuestra familia palautiana de Carmelitas Misioneras Teresianas.

La Eucaristía tuvo lugar en el Convento de las MM. Dominicas – Santa María del Pilar – en Zaragoza, que nos acogieron con verdadero espíritu fraterno. Presidió el P. Pedro Mena, ocd. Concelebró con él, el P. Hermenegildo Mushi, religioso de la Consolata. Nos acompañaron, entre otros amigos: Sergio García, su hermana Teresa, y Mario, que amenizaron la ceremonia con hermosos cantos. La Hna. Anuarite renovó su Consagración a la Iglesia en manos de la Hna. Mª del Rosario Pérez Payá, animadora provincial.

Damos gracias al Padre, que ha llamado a nuestra hna. Anuarite a seguir a Jesús en plena adhesión a su Evangelio y en el servicio de la Iglesia, derramando en su corazón el don del Espíritu Santo que da alegría, llama a vivir el presente con pasión y hace testimoniar al mundo su amor, ayudándonos a mantener vivo el carisma recibido.

La fiesta de la Asunción de María, -como dice el Papa-, es una llamada que empuja a mirar hacia arriba e invita a estar presente en la Iglesia de hermanos que necesitan de nuestra entrega y servicio.
Agradecemos al Señor la presencia de nuestra Hna. Anuarite entre nosotras y pedimos a María, ”modelo perfecto de la Iglesia” (MR 1,36), la gracia de mirar hacia el cielo, donde Ella, como buena Madre, nos espera.

Dejamos en sus manos a nuestra querida Hna. Anuarite y le rogamos le ayude a mantener vivo el ideal de su consagración a la Iglesia considerada y vivida en clave palautiana como “Dios y los prójimos”. Y que sepa dejarse guiar por la mano de María que la invita a levantar la mirada a las «grandes cosas» que el Señor ha realizado en ella.

La Comunidad