Breve reseña histórica
La hermana Práxedes Lara Campo nació en Mahamud (Burgos) el 21 de julio de 1926, en el seno de una cristiana y numerosa familia. Era la quinta de diez hermanos. Dos hijas religiosas, CMT, Leonila y ella.
Inició su vida cristiana con el Bautismo que tuvo lugar en la iglesia de San Miguel Arcángel de su pueblo el 15 de agosto de 1926 y es confirmada en la misma Parroquia el día 7 de marzo de 1930 con apenas cuatro años.
Muy joven escuchó la voz del Señor que la invitó a seguirle y dejó todo para vivir con Él y como Él e ingresó en nuestra Congregación el 31 de octubre de 1952 en Amorebieta (Bilbao) al año siguiente comenzó el Noviciado y el 15 de mayo de 1954 profesó en Tarragona.
Tras profesar fue destinada a Madrid, a la Residencia Escudero donde continuó su misión de comunicar la Buena Noticia, anunciar la belleza de la Iglesia, defender su dignidad y servirla… especialmente en la persona de tantos enfermos y de todas las personas con las que se relacionó, como dice nuestro P. Fundador “cuida de ella, enjuga sus lágrimas, consuélala en sus aflicciones, alivia sus pesares… lo que harás por ella en la tierra, ella te lo volverá y hará por ti en el Cielo” (MR 1.31) y asimismo también en Valencia, Bilbao, Madrid – Equipo Quirúrgico- , Alicante, Zaragoza y Huelva.
En dos ocasiones tuvo que solicitar un permiso de ausencia para cuidar a sus padres y a su hermano permaneciendo en contacto con todo lo que se iba organizando a nivel de Provincia y Congregación, asistiendo y participando en algunas reuniones y asambleas provinciales. Así mismo, colabora en su Parroquia de Mahamud.
En el 2006 vino destinada a la Comunidad de Palencia con su hermano Eleazar el cual vino a la Residencia y del que ha estado pendiente en todo momento atendiéndole en todas sus necesidades.
En este servicio del cuidado a los enfermos es recordada por su entrega generosa, amable y cercana. Toda su vida, puso de relieve su servicialidad y el cariño que mostraba a todo el mundo; así la recordamos todos, especialmente también en estos últimos años, las trabajadoras y residentes de nuestra casa, por su sonrisa, simpatía y amabilidad.
Muchas gracias Hna. Práxedes: Te deseamos que estés siempre con el Señor de tu corazón a quien tanto has amado y servido y has trabajado para que fuese amado y nuestra Madre la Virgen del Carmen. Te despedimos con el dolor de la pérdida, pero también con la esperanza de tu intercesión ante Dios y con gozo y agradecimiento por tu amistad, por todo lo compartido y vivido y por el testimonio que has dejado a lo largo de tu vida.