VALORES DE SAN JOSÉ

En este tiempo donde la “obediencia en están cuestionada y sobrevalorada”, ¿qué tiene para decirnos San José sobre la obediencia? ¿Qué es lo más difícil de vivirla? ¿Por qué? ¿Cuál es el fruto más profundo de la obediencia?

A partir de estas preguntas, las hermanas Mª Luisa y Maricris comparten sus experiencias de una vida en obediencia…

En el año josefino meditamos a San José como modelo de obediencia creativa y pronta a Dios y sus propuestas.

PARTIENDO DE LA CARTA PATRIS CORDE

Así como Dios hizo con María cuando le manifestó su plan de salvación, también a José le reveló sus designios. José estaba muy angustiado por el embarazo incomprensible de María; no quería «denunciarla públicamente» [14], pero decidió «romper su compromiso en secreto» (Mt 1,19).

En el primer sueño el ángel lo ayudó a resolver su grave dilema: «No temas aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,20-21). Su respuesta fue inmediata: «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24). Con la obediencia superó su drama y salvó a María.

En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2,13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar: «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, donde estuvo hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15).

En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “fiat”, como María en la Anunciación y Jesús en Getsemaní.

Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”» [17].