En la localidad de Tarragona, comunidad “Francisco Palau” las 03:00 horas del día 04 de enero de 2018, falleció nuestra hermana Mercedes Pérez Erizmendi

La Hermana Mercedes nació en Bilbao de padres cultos y muy cristianos, eran 7 hermanos, y ella la más pequeña. Ingresó en el noviciado de Amorebieta. Al principio fue destinada al colegio de Tarragona, luego Amorebieta – Colegio, más adelante fue a Vimbodí, (Tarmgona) donde estuvo 13 años, luego pasó a la Casa Postulantado (la casita) de Tarragona, después volvió al Colegio de Amorebieta.

Finalmente, motivada por su amor a las Misiones, a la Congregación, y deseando extender el carisma de Ntro. P. Fundador, y la expansión congregacional, a los 58 años aceptó con alegría su destino a Filipinas, con la dificultad de aprender un nuevo idioma: allí permaneció 20 años. Al declararse la enfermedad del Alzhéimer fue trasladada a la enfermería de Tarragona.

Era piadosa, buena religiosa, gozaba con las jóvenes que acudían interesándose por nuestro carisma, los animaba con ilusión, era puntual a los actos comunitarios, y cumplidora de su deber.

Era alegre, y sabía poner una broma o una nota de alegría, en momentos difíciles.

En sus habilidades y en su actividad docente en los colegios, destacó como buena maestra, tanto en su manera de enseñar como con su paciencia y el trato cariñoso con los niños.

En Manila (Filipinas), fue profesora de español de jóvenes estudiantes de la universidad de los P.P. Paúles. Posteriormente en Lucena a pesar de sus dificultades con el inglés, pues era un poco mayor para dominarlo, fue maestra de religión con niños y adolescentes. Los alumnos la quisieron y apreciaron muchísimo, así también la directora, y el personal; sus alumnos todavía la recuerdan con mucho cariño.

Cuando se fundó el Centro de Lucena trabajó con mucho esfuerzo y colaboración en la fundación y marcha del Proyecto, se hizo querer mucho de los beneficiarios, a los que amaba y ayudaba con cariño, sobre todo a los niños, y de manera especial a las mujeres (las madres de los niños) a las que ella enseñaba a coser. Era muy querida del personal, las voluntarias, y también de los vecinos del lugar; todos la recuerdan con mucho cariño, preguntan mucho y se interesan por ella.

La comunidad le recordará por su actitud positiva a pesar de su enfermedad, se ganaba el cariño.