En la localidad de BARCELONA, comunidad de Decor Carmeli, el día 05 de enero de 2018, falleció nuestra Hermana PAULA APARICIO ESCOBAR.

Un recorrido por su vida

Paula nació en Villadiego de Cea provincia de León el día 30 de noviembre de 1936. Su padre Felipe y su madre Juventina profundamente religiosos, supieron contagiarle una bondad que le hacía estar siempre atenta a las necesidades de la gente, particularmente de los más pobres y necesitados, con una disponibilidad que se transformaba en donación generosa y unos sentimientos que favorecían el ejercicio de su vivencia religiosa fácil a la piedad, y de firme e intensa oración. Su vida centrada en Jesucristo y en la escucha de la Palabra venia expresada en el Salmo 24,6 “Recuerda Señor que tu ternura y tu misericordia son eternas. No abandones la obra de tus manos”. Las repetía diariamente y quiso plasmarlas en un cuadro para tenerlas siempre ante su mirada.

Paula, una vez conoció el carisma del P. Francisco Palau, fue madurando su vocación y lo hizo vida el 5 de marzo de 1968 ingresando en el noviciado de Amorebieta. El 14 de noviembre de 1970 hizo su primera profesión en Tarragona. Tras el período reglamentario del juniorado en Barcelona y Zaragoza, fue destinada a Graus. En 1976 hizo los Votos Perpetuos, consagrándose para siempre al Señor. Terminados los estudios de enfermería que realizó en Barcelona en 1978, su primera experiencia de vida activa en el ámbito de la enfermería la realizó en las Clínicas de Monsalud, Gerona, Corachán, Residencia de Ancianos de Vendrell, Ciudad Sanitaria del Valle Hebrón y Bilbao.

En el año 2006 los Superiores la trasladaron al Albergue Ntra. Sra. de la Esperanza en el Distrito Federal de México. La vida de Paula en todos los Centros fue una continua manifestación de su amor y servicio a los enfermos y necesitados.

Regresó a España en el 2011 y poco después se le declaró una grave enfermedad que la ha mantenido en constante lucha hasta el final de su vida. Durante este tiempo, ha sido un modelo de paciencia y serenidad, aceptando con esperanza y conformidad la voluntad de Dios siempre firme y lúcida hasta el último aliento de su vida.

Sabemos que el Dios en el que siempre creyó y confió, mantuvo su fidelidad y le acoge en su Amor infinito. Gracias Paula por tu testimonio de vida.

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